El Quetzal resplandeciente, ave nacional de Guatemala, es mucho más que un hermoso pájaro; es un símbolo sagradocon profundas raíces en la cultura maya. Su nombre adorna la moneda del país, y históricamente, era considerado tan reverenciado que matar uno se castigaba con la muerte. Esta ave de plumaje vibrante representa la libertad y la belleza natural de Guatemala, un país reconocido por su riqueza cultural y natural. Es el ave símbolo de Guatemala. Su plumaje verde se consideraba sagrado por los Mayas y adornaba a la serpiente emplumada, Quetzalcóatl.
En la actualidad, encontrar un quetzal en su hábitat natural se ha convertido en un desafío, en parte debido a la caza y la pérdida de su entorno, siendo una de las especies listadas como en peligro. Son aves que habitan principalmente los bosques nubosos, como los que se encuentran en Alta Verapaz, particularmente cerca del Biotopo del Quetzal, un área protegida dedicada a su conservación. Este biotopo protege un remanente importante de bosque nuboso, hogar de numerosas especies. También se ha verificado su presencia en las montañas de San Isidro en Esquipulas y se pueden apreciar en ciertas épocas del año en la zona del Complejo de Cuevas del Jaguar Candelaria, además de San Rafael Pie de la Cuesta, San Marcos y en el Parque Municipal de Santiago Atitlán, Sololá. Su camuflaje es excepcional; su plumaje verde, a menos que esté bajo la luz directa del sol, le permite mezclarse perfectamente con el follaje, y a menudo permanecen inmóviles por horas. Prefieren árboles de aguacate y frutales. La reserva privada Los Andes protege bosque nuboso en la falda sur del Volcán Atitlán y también es hábitat del Quetzal.
Para un fotógrafo, capturar la imagen de un quetzal es un verdadero trofeo, no solo por su belleza esquiva, sino por la historia cultural y natural que representa. Fotografiar un quetzal no es solo tomar una foto; es documentar la existenciade un símbolo nacional en peligro, es contribuir a la concienciación sobre la importancia de conservar los bosques nubosos que son su hogar. Requiere paciencia, la disposición a adentrarse en el bosque (posiblemente siguiendo senderos interpretativos como los del Biotopo o Los Andes), y a menudo un teleobjetivo para mantener una distancia respetuosa sin molestar al ave. Lugares como el Biotopo del Quetzal, con sus senderos y la posibilidad de observación en ciertas temporadas (octubre a enero, cuando el aguacatillo da frutos), o la Reserva Natural Privada Los Andes con su interesante proyecto de protección, ofrecen buenas oportunidades, sin olvidar los lugares en Santiago, Atitlán y San Rafael Pie de la Cuesta, en San Marcos. Cada fotografía exitosa de un quetzal es un testimonio de la riqueza biológica de Guatemala y un recordatorio visual de la necesidad de proteger estos tesoros vivos.
Su lugar en la historia:
El Quetzal fue un ave sumamente valorada por los Antiguos Mayas y Aztecas. Como muchas palabras que se utilizan hoy en Guatemala, el término Quetzal procede del Nahuatl Quetzalli, ya que Don Pedro de Alvarado fue acompañado desde México a Guatemala por indígenas que hablaban esta lengua. Para los Mayas, el Quetzal se llamaba “Kuk”.
La importancia del Quetzal para los guatemaltecos, no se limita a tener una bella ave como símbolo nacional. Realmente la selección de este símbolo patrio está intimamente ligada con la cultura, a lo largo de la historia, desde los Antiguos Mayas hasta el día de hoy. En este capítulo se presenta la relación del Quetzal con la Cultura Maya, su representación en el arte, la permanencia del Ave Nacional en las manifestaciones artísticas populares y artesanías, y su relevancia en la historia más reciente.
Importancia del Quetzal en la cultura Maya
Las culturas antiguas vivían en estrecha relación con la naturaleza y muchos elementos de la naturaleza formaban parte de la vida diaria de los Mayas, incluyendo animales y vegetales en sus distintas expresiones culturales. Entre los animales las aves tienen un lugar especial. El Quetzal tuvo un sitio particular, tanto por sus plumas, como por el ave misma.
Con largas y elegantes plumas, los gobernantes Mayas usaron tocados decorados con plumas de Quetzal. Por su brillante plumaje, el Quetzal también estaba relacionado con el sol en la iconografía Maya de estos períodos; aunque también eran importantes otras aves, como los colibríes, las guacamayas, buhos y hasta el rey zope.